Pensión alimenticia: cómo se calcula y qué hacer si no se paga
La pensión alimenticia es un tema crucial en los casos de derecho de familia, especialmente tras una separación o divorcio. A continuación, exploraremos cómo se calcula esta pensión en Aragón y en otras regiones de España, y qué pasos seguir en caso de impago.
Cálculo de la pensión alimenticia en Aragón
En Aragón, la pensión alimenticia se extiende hasta que el hijo alcanza la mayoría de edad o la emancipación, siempre que no haya completado su formación y no posea medios económicos propios. El deber de los padres de costear los gastos de crianza y educación se mantiene, pero solo en la medida en que sea razonable exigirles aún su cumplimiento y por el tiempo normalmente requerido para que la formación se complete. Este deber se extingue cuando el hijo cumple 26 años, a menos que se haya establecido una edad diferente por acuerdo convencional o judicial.
Terminología y cálculos fuera de Aragón
Fuera de Aragón, la terminología «pensión alimenticia» es más comúnmente usada en lugar de «gastos de asistencia a los hijos». La determinación de lo que debe pagar un progenitor no se basa en una fórmula matemática exacta, sino que la ley proporciona pautas para que el juez determine la contribución de manera proporcional a los medios del progenitor alimentante y las necesidades del hijo alimentista. Factores como los ingresos totales del progenitor, el tipo de educación (pública, concertada o privada) del hijo, y el tiempo que pasa con cada progenitor durante el año, influyen significativamente en esta evaluación.
Orientaciones del Consejo General del Poder Judicial
Existen tablas orientativas proporcionadas por el Consejo General del Poder Judicial, aunque no son vinculantes. Estas tablas excluyen gastos como vivienda y educación, los cuales deben evaluarse de manera independiente y añadirse a la suma final en proporción a su importancia y al criterio de reparto adoptado. En casos de hijos con necesidades especiales, debido a minusvalías o enfermedades, estos factores también deben considerarse, al igual que los gastos extraordinarios, que deben determinarse aparte.
Al ser tablas orientativas pero no vinculantes, no cabe tratar de agarrarse con mucha fuerza a las mismas en un procedimiento judicial.
En caso de impago de la pensión alimenticia
El impago de la pensión alimenticia es un problema serio. Si el alimentante no cumple con sus pagos, las opciones legales incluyen:
- Vía civil: Mediante un procedimiento de Ejecución de Títulos Judiciales (ETJ) que se tramita en el mismo juzgado que conoció del divorcio o el procedimiento judicial donde se fijó la pensión.
- Vía penal: Según el artículo 227 del Código Penal, el impago de dos mensualidades consecutivas o cuatro alternas puede llevar a una pena de prisión de tres meses a un año o una multa de seis a 24 meses, además del pago de las cuantías adeudadas. La insolvencia del deudor podría, sin embargo, resultar en una absolución.
Consecuencias del impago de la pensión alimenticia
El impago de la pensión alimenticia no solo afecta la estabilidad económica y emocional del hijo, sino que también puede tener graves consecuencias legales para el progenitor deudor. Las consecuencias más destacadas incluyen:
- Acciones legales: Como se mencionó anteriormente, el impago puede llevar a acciones civiles y penales. Esto puede resultar en la ejecución de bienes, embargos de cuentas bancarias o incluso en la intervención de la nómina del deudor.
- Registro en ficheros de morosos: El deudor puede ser incluido en listas de morosos, lo cual afecta negativamente su crédito y puede limitar su capacidad para realizar operaciones financieras futuras.
- Impacto en la relación parental: Más allá de las consecuencias legales y financieras, el impago puede deteriorar la relación entre el progenitor y el hijo, así como afectar la dinámica familiar general.
- Consecuencias sociales y laborales: En casos extremos, si se procede por la vía penal, el progenitor deudor puede enfrentar penas de prisión, lo cual tiene un impacto directo en su vida social y laboral.